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Tu cuerpo también descansa: el deseo sexual y el burnout laboral

Tu cuerpo también descansa: el deseo sexual y el burnout laboral

Mayo 9, 2025

Categoría:

Cuerpo | Deseo sexual | burnout


En un mundo donde la productividad parece tener más valor que el descanso, muchas personas descubren que, al final del día, lo último que tienen es deseo sexual. Si te ha pasado que prefieres dormir que tener intimidad, o si notas que tu libido está más baja de lo habitual, no estás solo.


¿Qué es el burnout y por qué afecta tu deseo sexual?

El burnout es un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el estrés crónico relacionado con el trabajo. Según la Organización Mundial de la Salud, ya es considerado un fenómeno ocupacional. Sus síntomas van desde la fatiga constante hasta la falta de motivación y el desapego emocional… y sí, también incluye una disminución del deseo sexual.


Tu cuerpo no separa el estrés del trabajo del resto de tu vida. Cuando estás en modo “supervivencia” todo el tiempo, tu sistema nervioso prioriza funciones básicas como dormir, digerir o simplemente mantenerse alerta. El deseo sexual, que requiere relajación, conexión y disponibilidad emocional, pasa a segundo plano.



¿Cómo se ve esto en la vida real?

Llegas a casa y solo quieres ver series o dormir, aunque tu pareja tenga ganas de intimidad.


Tu mente sigue en modo “pendientes” incluso en momentos románticos.


Sientes culpa por no tener deseo, lo que aumenta la tensión en la relación.


Te sientes desconectado de tu cuerpo o menos atractivo/a.


¿Cómo recuperar el deseo (sin presionarte)?

No se trata de forzarte a sentir ganas, sino de crear las condiciones para que el deseo pueda regresar naturalmente. Aquí algunas recomendaciones:



1. Descansa de verdad

Dormir bien, tomar pausas y respetar tus tiempos de desconexión son básicos. El deseo no florece en un cuerpo exhausto.


2. Habla con tu pareja sin culpas

Comunicar lo que sientes (cansancio, falta de ganas, presión) es clave para evitar malentendidos. Muchas veces, solo hablar del tema aligera la carga emocional.


3. Haz espacio para el placer (sin pensar en sexo)

Volver al disfrute puede empezar con cosas simples: un baño caliente, masajes, tocar tu cuerpo sin expectativa. El placer corporal no siempre tiene que ser sexual, pero ayuda a reconectar contigo.


4. Cuida tu estrés diario

Técnicas como la meditación, caminatas, respiración consciente o limitar tu carga de trabajo pueden ayudarte a salir del estado de alerta constante.


5. Busca ayuda si lo necesitas

Si el burnout es constante o afecta varias áreas de tu vida (incluyendo tu relación), hablar con un terapeuta puede marcar una gran diferencia.


Recuerda: tu deseo no está roto, está cansado.

La sexualidad es una parte viva de ti, no una obligación. Así como tu cuerpo necesita descanso para rendir en el trabajo, también necesita tiempo y cuidado para desear.


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